Edición, Texto, fotografía, maquetación: Luis Enrique Salinas Pérez
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Puntuales, a las 6 de la mañana para oír la misa de Mamita Nati en la Catedral del Cusco, una de las edificaciones más impresionantes de la ciudad, la portada de estilo Renacentista, suntuoso barroco y plateresco en sus interiores, aún conserva la orfebrería de mucho significado del arte colonial, altares de madera, notable colección de lienzos pintados donde destacan, Basilio Santa Cruz, Diego Quispe Tito y Juan Espinoza. La Virgen de la Natividad, conserva la fe tradicional de los lugareños y foráneos, viste saya, mantellina de tornasol, oro y perlas incrustado en el cabezal, sus labios llevan un poco de dulzor, su rostro blanco un poco de arrebol, y en sus ojos brillan abundante amor.
La plaza de Cuzco mucho más animada de lo acostumbrado, “Mama Nati” había salido a recorrer la ciudad y el ambiente estaba perfumado de incienso y comparsas de bailarines agrupándose en la plaza principal.
Una mirada en el horizonte, en aquellas majestuosas montañas, la luz incandescente del sol ilumina apasionadamente en las calles empedradas repletas de historia; el café de Quillabamba y la lengua de suegra (delicioso postre peruano oriundo del Cusco a base de masa de hojaldre y de manjar blanco), desayunando en El Ayllu, tradicional restaurante situado en plena Plaza de Armas, cerquita a la Catedral.
TODOS LOS CAMINOS
Cavilando, salí decidido a buscar las maravillas menos conocidas del Cusco, el pueblo de Maras, el proceso de los yacimientos de las salineras de Qoripuhio y al centro arqueológicos más enigmático, legado de los Incas, los círculos de Moray. La aventura se hace interesante tomando el bus que va desde Cusco a Urubamba, por Chincheros, y se baja en el ramal de Maras para luego tomar un colectivo a 10 minutos hasta la población y para llegar a las Salineras te orientan por el camino de herradura en 50 minutos a pie, 5 kilómetros por un paisaje hermoso y encantador. La otra opción es tomar un tour directamente a las Salineras, Maras y Moray, te cuesta 25 soles y en dólares para el turista foráneo.
La plaza San Francisco, inicio de la nueva aventura, somos 20 turistas entre nacionales y extranjeros; Lorena, nuestra guía bilingüe nos dice que nuestra primera parada por 30 minutos es en la feria artesanal de productores “Cha’ska”, cerámicas, chompas, sombreros, chullos, chalinas y mantos todas hechas a mano en una mixtura de colores, ¡a comprar caserita¡
El diáfano cielo azul y la cordillera de Urubamba “La Veronika”, “El Chikón” el paisaje rojizo por el verano nos conduce a Marasal. El asombro es inevitable, el contraste de las faldas del cerro de kachi Qata que la rodea y el serpenteante rio Urubamba de fondo, un manto blanco, resaltan los 5,740 pozos de la cooperativa MARASAL S.A. que se abren paso por cientos de caminos y riachuelos estrechos como venas vivientes y está conformado por 633 familias de Maras Ayllu y Pichingoto donde se trasladan 260 trabajadores aproximadamente en las faenas de recolección.
Lorena, nos ubica en una de la tiendas por el mirador y abre paso para explicarnos que hay tres tipos de sal; sal medicinal para reumatismo y artritis es la que está en contacto con la tierra, la sal rosada para el consumo humano es la que está en el medio, y la flor de sal es la que flota en la estación de verano, la demanda de la sal de Maras en Europa y Asia se va acrecentando nos comenta, por otro lado la comunidad ha implementado el turismo vivencial, que permite pasar un día con la gente del lugar.
Las Salineras de Maras se localizan en la parte baja de la sub-cuenca y margen izquierda del riachuelo Salineras, hacia su desembocadura en el rio Vilcanota, entre las comunidades campesinas de Maras y Pichingoto, entre las quebradas de los cerros Qaqahuiñay, Cruz Mocco, Llully Mocco y Chupayoq. Masaral, conjuga una leyenda por su naturaleza y ubicación, cuentan los pobladores que Ayar Cachi llora a través de los cerros de qoripuhio, sus lágrimas encausan los riachuelos que desembocan en cada pozo de sal, dejando lagrimas marcadas en tono rosado, lila y marrón. Página web: https://saldemaras.pe
MARAS
Lorena, nos agrupa para seguir el periplo al pueblo de Maras, 3,300 metros sobre el nivel del mar, la presencia de un entorno paisajístico natural envidiable, rodeado por las cadenas de los andes del Vilcanota, donde resaltan los nevados del Chicón, la Verónica, el Puma Huanca y el hermoso Valle Sagrado de los Incas.
Llegamos por la Calle Jerusalén donde la atención se concentra en los blasones, lapidas y dinteles de piedra, una cantidad de casonas con portadas representativas de la época colonial, en los que destacan, la portada de Ortiz de Orué, la portada Jesuita, portada Sinchi Roca, portada Marcos Cusi, portada San Francisco de Asís y la portada Sancho Usca Paucar.
El bus nos lleva a 2 kilómetros del poblado de maras, visitamos la iglesia Santuario de Tiobamba, con influencia barroca en arquitectura indígena, la fachada es de piedra las paredes del contorno en adobes antiguos, cuenta con una capilla abierta ostentando un arco de que en su interior se conservan lienzos de la escuela cusqueña y en el patio delantero hay una cruz tallada en granito. La fiesta en honor a la asunción de la virgen de Tiobamba patrona de los viajeros y comerciantes se celebra el 15 de agosto. Fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación como Monumento Histórico Artístico el 28 de diciembre de 1972, por el Instituto Nacional de Cultura INC.
Maras Adventure nos muestra rutas de emociones y aventura en cuatrimotos de 40 y 60 minutos de recorrido por la población, como deporte extremo tenemos, el vuelo del cóndor con 4 cables y full adrenalina con 1,250 Kilómetros de distancia, con Tirolina del Perú, empresas privadas que apoyan con obras sociales en favor de los niños pobres de la comunidad de Maras.
Maras fue fundada en el año de 1556 por Pedro Ortiz de Orué, con el nombre Villa San Francisco de Maras, fue el sitio donde se establecieron los nobles del Imperio Incaico desplazados del Cusco, con el inagotable azul que se desprende del cielo para mostrarnos una geografía exuberante, donde aún se encuentra fragmentos cerámicos de la cultura Chanapata, que conservan aún sus atractivos prehispánicos y destaca los portales coloniales con escudos de los nobles y caciques de los siglos XVI y XVIII.
MORAY
Cusco, mágico e impredecible, encontramos el campo de experimentación de agricultura más importante de los incas, ubicado a los 3400 metros sobre el nivel del mar, entre los territorios de las comunidades de Kaccllaraqay y Misminay a 7 kilómetros de Maras en la provincia de Urubamba. El territorio en el que se encuentra Moray perteneció en la época pre inca a las tribus de los Maras Ayar macas que dominaron también el valle sagrado, al ser anexado al imperio inca, las depresiones geográficas fueron aprovechadas para la construcción de los andenes de Moray.
El nombre “Moray” es quechua y su origen es un tema de. Una versión asegura que el nombre proviene de dos palabras “Muyu” (redondo”) y “Uruy” (abajo). Otra versión cuenta que el nombre proviene de “Aymoray” (cosecha de maíz). Después del arribo de los españoles en 1533 este lugar quedo en el olvido y enterrado en una basta vegetación y fue descubierta por la expedición de Shirppe Johnson en el año 1932 sin darle mayor importancia lo dejo. En el siglo XX, el antropólogo John Earles inició investigaciones por los andenes y es quien estableció que Moray fue un centro agrícola experimental. El Historiador Edward Ronney indica que este lugar fue utilizado probablemente para el desarrollo de cultivos especiales o preciados como la hoja de coca. Otras opiniones, consideran al lugar fue un centro de observación y predicción de fenómenos astronómicos.
Moray, anillos concéntricos, terrazas y andenes circulares con 30 metros de profundidad, creando microclimas de 15°C de depresión haciendo de ello una estación biológica experimental muy avanzado, con cambios de temperatura y humedad rigurosos, se domesticaron decenas de variedades de maíz, papa y otras plantas silvestres, el enigma de sus aguas subterráneas construidas para fluir y desembocar por los causes subterráneos, la andenería crea distintos pisos ecológicos y hace más productiva la tierra; todo luce alineado, equitativo, mirando lo profundo continuamos el camino, bajo el sol ardiente y cielo azul Cusqueño.
El día 08 de octubre de cada año, tiene lugar un festival en el que los pobladores celebran el llamado Moray Raymi, festejo íntimamente relacionado a la agricultura, que celebran con danzas tradicionales y ceremonias rituales que se denomina pago a la tierra.
Retornamos a Cusco, felices de vivir esta maravillosa historia de nuestros antepasados. Tupananchiskama (Hasta nuestro próximo encuentro).